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miércoles, 1 de abril de 2009

La mezcla perfecta

Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló.
La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso.

Efesios 2; 8-9

La gracia y la fe es la mezcla perfecta ya que entendiéndolas podremos saber como están relacionadas en la salvación.
¿ que es la gracia? ; La gracia es el favor no merecido de Dios hacia el hombre. Es el don libre de Dios al hombre. Es la obra de Dios en el hombre. La palabra expresa que la salvación es una bendición no merecida y prepagada que Dios da libremente. Dios hace toda la obra involucrada en la salvación de un alma. El hombre no puede ayudar a Dios en obrar su propia salvación, ni puede contribuir en ella. El solo puede aceptar o rechazar la obra que Dios a hecho y esta deseoso de hacer a favor de la humanidad.
Efesios 2; 8-9 enfatiza que la salvación viene por la gracia de Dios y no por cualquier obra departe del hombre. Específicamente por medio de la muerte de Jesucristo Dios ha hecho que la salvación nos sea disponible. Somos “justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Jesucristo, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre”


Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados.
Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará.

Romanos 3; 24-25

No solo dio Dios a su hijo a morir por nosotros y a comprar nuestra salvación por medio de su muerte, sino ahora nos extiende todo lo necesario para poder mantener nuestra salvación. Pablo hizo la pregunta

Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.
Romanos 8; 32
Filipenses 2; 13 enseña que Dios obra en nosotros a fin de producir salvación; “porque Dios en vosotros es el que produce así el querer como el hacer.” En filipenses 2; 12 Pablo nos amonesto a ocuparnos en nuestra salvación con temor, con reverencia, con vigilancia. Enseguida, en el próximo versículo, El explico que no podemos salvarnos ni podemos ayudarnos a nosotros mismos, en cambio podemos o rechazar o someternos a la obra de Dios en nosotros. Si estamos dispuestos, Dios nos dará tanto el deseo (la buena gana) como el poder (la capacidad) de hacer su voluntad.
Dios, quien compro para nosotros el derecho de ser salvos, ahora nos provee libremente todas las cosas que son necesarias para recibir y retener la salvación. Entonces, desde el principio hasta el fin, la salvación del hombre es un producto de la gracia de Dios. Por supuesto, la gracia no elimina nuestra opción. Dios nos ha dado la libertado de rendirnos a El o de rechazarle, pero no podemos contribuir nada positivo a fin de ganar nuestra propia salvación
La gracia y las obras
No somos salvos por las obras en el sentido de ganar, merecer, o comprar la salvación por medio de las obras buenas. Sin embargo, la gracia de Dios nos guiara a las buenas obras y una vida santa.
Efecios 2; 8-9 enseña enfáticamente que la salvación viene por medio de la gracia y no por las obras y el próximo versículo continua “Porque somos hechura suya, creados en Jesucristo para buenas obras, las cuales Dios preparo de antemano para que anduviésemos en ellas”. Dios nos da la gracia expresamente para ayudarnos a producir buenas obras “ Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia , a fin de que, teniendo siempre e todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. (2 corintios 9;8). La gracia de Dios ha venido para enseñarnos como vivir vidas virtuosas y santas y para darnos el poder de hacerlo.
En resumen, la gracia de Dios trae la salvación como una dadiva libre, incluso el poder de vivir una vida justa. Aunque no podamos ganar el don de la salvación, una vez que lo hayamos recibido nuestras vidas cambiaran y como resultado empezaremos hacer buenas obras. Si no manifestamos los atributos justos y piadosos, de hecho no estaos permitiendo que la gracia salvadora de Dios obre en nosotros. No podemos separar la gracia de una vida de devoción y de la obediencia a Cristo.
La gracia y la fe.
Si la doctrina de la gracia enseña que Dios hace toda la obra en la salvación del hombre, ¿se salvan automáticamente todos los hombres? Esto no puede ser porque muchos van a recibir la condenación eterna en el juicio final.

Entonces vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. Y en su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, y nadie volvió a verlos.
Y vi. que todos los que habían muerto, tanto los humildes como los poderosos, estaban de pie delante del trono. Y fueron abiertos los libros donde está escrito todo lo que cada uno hizo. También se abrió el libro donde están escritos los nombres de todos los que vivirán con Dios para siempre. Los muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que habían hecho y con lo que decían los libros.
Los que murieron en el mar se presentaron delante de Dios para que él los juzgara, y lo mismo hicieron los que estaban en el reino de la muerte. Todos los muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que habían hecho.
Luego, la Muerte y el reino de la muerte fueron lanzados al lago de fuego. Los que caen en este lago quedan separados de Dios para siempre,
y allí fueron arrojados todos los que no tenían sus nombres escritos en el libro de la vida eterna.
Apocalipsis 20; 11-15

Si la doctrina de la gracia enseña que el hombre no puede ayudar a Dios a proporcionar la salvación, ¿escoge Dios sin condiciones a ciertas personas para salvarlas sin tomar en cuenta sus propias actitudes y reacciones? Esto no puede ser porque Dios no hace acepción de personas( hechos 10;34). Si El escogiera a algunos sin condiciones, su justicia le obligaría a escoger a todos. La doctrina de la fe nos ayuda a entender las respuestas de estas dos preguntas.
La fe es el medio por medio del cual el hombre acepta y recibe la gracia salvadora de Dios

La Biblia misma nos enseña claramente que ahora Dios nos acepta sin necesidad de cumplir la ley.
Romanos 3; 21
Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló.
Efesios 2; 8

El hombre no puede ayudar a Dios a proporcionar la salvación pero si tiene la responsabilidad de aceptar o rechazar lo que Dios ofrece. La reacción del hombre hacia Dios al aceptar su obra de la salvación se llama Fe. Entonces la fe es el medio por medio del cual la gracia de Dios viene al hombre. Tanto la gracia de Dios y la fe del hombre son necesarias para la salvación.
“Sin fe es imposible agradar a Dios” (hebreos 11; 6) .
Sin embargo no podemos decir que la salvación viene e parte del hombre. Cuando el hombre acepta la gracia, el crédito le pertenece totalmente a Dios y el poder de su gracia, pero cuando el hombre rechaza la gracia, toda la culpa descansa sobre el hombre y su incredulidad. De modo que afirmamos tanto la salvación exclusivamente por la gracia como la responsabilidad del hombre de aceptar la salvación.
Así que ya tu sabes ¡!!!!PUBLICO ENRIQUE BOTELLO APOYADO DEL LIBRO “EL NUEVO NACIMIENTO” DAVID K. BERNARD

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