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sábado, 6 de junio de 2009

JESUS dijo; el que busca encuentra

Promesa;

Yo les daré nueva vida. Haré que cambien su manera de pensar. Entonces dejarán de ser tercos y testarudos, pues yo haré que sean leales y obedientes.


Ezequiel 36; 26
»Pues bien, si ustedes no hacen caso, Dios les hablará, pero lo hará en un lenguaje extraño, en un idioma que no podrán entender.

Isaías 28; 11


Sabias tu de esta promesa, te habían enseñando de ella? Pues hoy si tu quieres la puedes proclamar para ti y para todo el que quiera y crea. Puede recibirla ya que el Señor no hace acepción de personas El busca hombres y mujeres que sean violentos para arrebatar el reino de Dios.

¿Y de que serviría hermano botello?
Muy buena pregunta,

Jesús le respondió: —Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu.
No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo.

Juan 3; 5-7

Observamos desde la barrera y dejamos pasar las experiencias por temor a involucrarnos con lo que Dios tiene planeado desde siempre para nosotros, solo por el temor de perder según nosotros la libertad de nuestras cosas. Y no hemos entendido entre libertad y libertinaje, porque dejar el libertinaje o el dejar llevar al máximo los placeres de la carne y sin entender que la carne un día llegara a su fin, y desperdiciamos la verdadera libertad al espíritu del hombre que fue diseñado para la alabanza, adoración y la magnificencia a Dios.
¿Pero como recibir ese don? Con que fin. Un día Jesús hablando con sus discípulos les dijo:


Un día en que estaban todos juntos, Jesús, con el poder del Espíritu Santo, les ordenó: «No salgan de Jerusalén. Esperen aquí, hasta que Dios mi Padre cumpla su promesa, de la cual yo les hablé.
Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo Dios los bautizará con el Espíritu Santo.»
Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo Dios los bautizará con el Espíritu Santo.»
Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en los lugares más lejanos del mundo.
Hechos 1; 4, 5,8


No solo íbamos a recibir El Espíritu Santo sino que nos daría el poder para hablar de El a todo aquel que no lo conociera, el hablar en lenguas es la evidencia de que El Espíritu de Dios mora en nuestro espíritu, debemos entender esto que;

Cuando llegaron, subieron al aposento alto, donde se alojaban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.[13]

Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.[14


Aquí claramente se entiende que estaban esperando la promesa que Jesús les había dado.

Cuando llegó el día de Pentecostés [2] estaban todos unánimes juntos.
De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban;
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego,[3] asentándose sobre cada uno de ellos.

Todos fueron llenos del Espíritu Santo [4] y comenzaron a hablar en otras lenguas,[5] según el Espíritu les daba que hablaran.

Hechos 2 1-4


Al leer hechos 2; 4 vemos que Dios coloca su Espíritu dentro de los hombres cumpliendo así su promesa (Isaías 28:11)


Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramara [21] el don del Espíritu Santo,
Porque los oían que hablaban en lenguas y que glorificaban a Dios

Hechos 10; 44-46


Así como los creyentes judíos recibieron el Espíritu y alabaron a Dios en lenguas en el Pentecostés, estos creyentes gentiles recibieron idéntico don (v. 45; 11.15). Los judíos cristianos que estaban presentes supieron que los gentiles habían recibido el don del Espíritu Santo (v. 45), porque los oían que
Hablaban en lenguas (v. 46). Esas lenguas eran por lo menos un medio para evidenciar que se había recibido el bautismo del Espíritu Santo, como se constata claramente aquí.

les preguntó:
--¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? [3]
Ellos le dijeron:
--Ni siquiera habíamos oído que hubiera Espíritu Santo.
Entonces dijo:
--¿En qué, pues, fuisteis bautizados?
Ellos dijeron:
--En el bautismo de Juan
Dijo Pablo:
--Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.[5]
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; [6] y hablaban en lenguas y profetizaban.[7]

Hechos 19; 2-5



A quien le pedimos el don del Espíritu?

Yo los bautizo a ustedes con agua, para que demuestren a los demás que ustedes ya han cambiado su forma de vivir. Pero hay alguien que viene después de mí, y que es más poderoso que yo. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. ¡Yo ni siquiera merezco ser su esclavo!
El que viene después de mí separará a los buenos de los malos. A los buenos los pondrá a salvo, pero a los malos los echará en un fuego que nunca se apaga.»


Mateo 3; 11, 12



Aquí Juan el Bautista hablaba de Jesús, después Juan bautiza a Jesús

Pero Juan no quería hacerlo. Así que le dijo: —Yo no debería bautizarte. ¡Más bien, tú deberías bautizarme a mí!
Jesús le respondió: —Hazlo así por ahora, pues debemos cumplir con lo que Dios manda. Juan estuvo de acuerdo,
y lo bautizó. Cuando Jesús salió del agua, vio que el cielo se abría y que el Espíritu de Dios bajaba sobre él en forma de paloma.
Entonces una voz que venía del cielo dijo: «Este es mi Hijo. Yo lo amo mucho y estoy muy contento con él.»

Mateo 3; 14-17


Jesús reafirma tanto las normas de justicia de Dios, como su propia decisión de ponerlas en práctica en su vida. También aprueba el mensaje de Juan de arrepentimiento y confesión de pecados como requisito para entrar en el Reino de los cielos.
El Espíritu ungió a Jesús para su ministerio. La paloma simboliza la ternura, la inocencia y la mansedumbre, y era ofrecida en sacrificio (Lev_12:6; Lev_14:22; véase Luc_2:24). La ternura, inocencia y mansedumbre de Jesús sería un sacrificio por el pecado.
Las palabras de la voz celestial, tomadas del salm_2:7, un cántico real, y de Isa_42:1, un cántico del Siervo, declaran que Jesús es el Mesías Rey que viene a cumplir la misión del Siervo del Señor.
Así que ya tu sabes??? si quieres el Don de lenguas solo tienes que buscarlo, pedirlo a Jesús y el te dará el poder para ser testigo de El, tus frutos empezaran a brotar de una manera poderosa busca siempre primero el Reino de Dios y su Justicia y Jesucristo te fortalecerá te invito a que tomes la decisión mas importante de tu vida y cambies al canal correcto.
Bendiciones de lo alto.
Publicado por Enrique Botello

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