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martes, 4 de noviembre de 2008

Luche contra el verdadero enemigo

Luche contra el verdadero enemigo
Kenneth Copeland

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne.

– 2 Corintios 10:3

¿Sabe usted por qué tantos creyentes están perdiendo en las luchas de la vida? Porque no están luchando contra el verdadero enemigo. Se les has hecho creer que si alguien les dice o les hace algo para perjudicarlos, deben considerar a esa persona como enemiga. Pero están equivocados.

La Biblia dice que no tenemos lucha contra sangre y carne. Pero como todo ser humano es de sangre y carne, eso implica que nuestros semejantes no son el origen de nuestras dificultades y luchas.

"Pero, hermano Copeland, usted no sabe lo que fulano y zutano me hicieron".
Eso no importa, porque si usted desperdicia su tiempo peleando contra fulano y zutano, su verdadero enemigo se saldrá con la suya.

¿Quién es el verdadero enemigo? Mire en Efesios 6:12: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes".

Satanás y los demonios serán enemigos suyos de por vida. Ellos son los culpables de toda afrenta personal que usted sufre. Las personas que lo perjudican y lo ofenden son solo instrumentos de Satanás. Cuando él quiere hacerle daño, lo hace por medio de ellas.

Recuerde que la persecución no es la expresión del odio que otros tienen hacia usted, sino la expresión del temor que Satanás tiene de usted. Cuando usted está metido de lleno en la Palabra y la esgrime como la espada del Espíritu, el diablo se llena de temor y va en busca de alguien a quien pueda enviar contra usted.

La próxima vez que alguien le ofenda, no se desvíe del camino para pelear contra esa persona, sino que ate al espíritu que está utilizando a esa persona. Olvídese de las luchas contra sangre y carne y empiece a pelear con las armas del Espíritu. Ponga su mira en Satanás con autoridad y con la Palabra de Dios, y derribe al verdadero enemigo.

Efesios 6 (Nueva Versión Internacional)

La armadura de Dios

10 Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.
11 Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
12 Porque nuestra lucha no es contra *seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
13 Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.
14 Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia,
15 y calzados con la disposición de proclamar el *evangelio de la paz.
16 Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno.
17 Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los *santos.

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